
En Argentina, la implementación de tecnología en el ámbito educativo ha tenido un impacto positivo en la calidad de la enseñanza. En 2024, el gobierno ha invertido más en infraestructura digital, proporcionando dispositivos como computadoras y tabletas a miles de estudiantes en todo el país. Estas herramientas han permitido a los docentes mejorar sus métodos de enseñanza, y a los estudiantes acceder a recursos educativos en línea.
La pandemia de COVID-19 aceleró esta tendencia, pues las clases virtuales se convirtieron en una necesidad. A pesar de los desafíos iniciales, el sistema educativo argentino ha logrado adaptarse a las nuevas tecnologías. Plataformas como Zoom, Google Classroom y otras herramientas de colaboración se han integrado en el sistema educativo de manera más amplia.
Sin embargo, aún existen problemas como la brecha digital entre las zonas urbanas y rurales, que afecta la equidad en el acceso a la educación. El gobierno ha implementado programas de conectividad y distribución de dispositivos en las regiones más desfavorecidas para combatir este problema.
A medida que Argentina continúa invirtiendo en educación digital, se espera que la calidad educativa siga mejorando, y que más estudiantes tengan la oportunidad de acceder a una educación de calidad, sin importar su ubicación geográfica.