Argentina ha asumido un compromiso renovado en la lucha contra el cambio climático, presentando nuevos objetivos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) para 2024. El país se ha comprometido a reducir sus emisiones en un 30% para 2030, como parte de su contribución a los esfuerzos globales para frenar el calentamiento global.

Este objetivo forma parte de la estrategia de Argentina para cumplir con los acuerdos internacionales en materia de cambio climático, como el Acuerdo de París. El gobierno ha identificado sectores clave como la energía, la agricultura y el transporte como áreas prioritarias para la reducción de emisiones.

El sector energético es uno de los principales focos de atención, con planes para aumentar la participación de las energías renovables en la matriz energética. Además, se están tomando medidas para reducir la deforestación y promover prácticas agrícolas más sostenibles.

Aunque el objetivo es ambicioso, la implementación de estas políticas será un desafío debido a la situación económica del país. Sin embargo, muchos expertos creen que Argentina tiene el potencial de hacer una contribución significativa a la lucha global contra el cambio climático, si se implementan las políticas adecuadas.